El primero que me habló de Cursach fue un
policía corrupto que,entonces, no lo era. Cuando conocí a aquel policía, él estaba
en un sindicato que luchaba por defender, decía, los derechos de
sus compañeros. Era, yo, un recién llegado; me citó en un despacho de la carretera de
Valldemossa y me contó que había compañeros que, cuando acababan su jornada de
trabajo, se dedicaban a la seguridad privada, a hacer de guardianes
de discoteca y cosas así. Y me habló de Cursach. Y de cómo era el dueño de la noche y de los policías que la controlaban. Yo sólo fui una vez al BCM, no como Ramon Aguiló Obrador que, según contaba el otro día en El Mundo, conoció a gente que se enamoraba allí.
Siempre, cuando empiezas, es la primera vez de algo. Recuerdo la primera vez que
conocí a Andreu Manresa (él, igual no) , que ahora es el jefe de IB3, y recuerdo
la primera vez que hablé con Pedro Serra, que es mi gran asignatura
pendiente en este blog. Una vez le comenté a Basilio Baltasar (que es el mejor
director de periódico que he tenido) el problema ético que me plantea este
blog que intento llevar, eso es que nunca lo daré por completo hasta que no
cuente, de verdad, mi paso por el Baleares y Ultima Hora. Aún no estoy
preparado, pero todo llegará. Lo primero que me encargó Pedro Serra fue que me
fuera con Pedro Prieto al puerto. “Tengo este cajón lleno de artículos, lo que
yo quiero son noticias¨, me dijo. Y supe que aquello era entender lo que es el periodismo, aunque sé que si lo escribo me dirán que por algo lo escribo. Y no lo escribo por nada, salvo por escribir.
La memoria es selectiva. Y eso también es algo que afecta a Esteban Urreiztieta
que, una vez cada tanto (hoy mismo, sábado, 4 de marzo) se presenta como el gran descubridor de todo lo que
pasa en Mallorca. Su memoria también es selectiva. Escribió un libro sobre UM (se llamaba 'Mallorca és nostra. Crónica oculta del saqueo balear' ) y
nunca contó de cuando Pedro J. invitó a Munar, Pascual y Morales a su casa de
Costa de los Pinos. El hoy director de El Español intentaba, por entonces, un pacto entre UM y Matas. Él, Urreiztieta, prefiere incidir en otros asuntos, y
detalles, sin recordar, por ejemplo, el artículo de domingo (agosto de 2002) 'La boda que necesita Baleares', que le llevaría a confirmar, o matizar, sus teorías. Pasa mucho en el periodismo.
De momento, sólo esto, es un desahogo porque cada vez estoy más harto de quienes consideran que gracias a ellos (o ellas) existe el periodismo. Otro día contaré más.
Siempre, cuando empiezas, es la primera vez de algo. Recuerdo la primera vez que conocí a Andreu Manresa (él, igual no) , que ahora es el jefe de IB3, y recuerdo la primera vez que hablé con Pedro Serra, que es mi gran asignatura pendiente en este blog. Una vez le comenté a Basilio Baltasar (que es el mejor director de periódico que he tenido) el problema ético que me plantea este blog que intento llevar, eso es que nunca lo daré por completo hasta que no cuente, de verdad, mi paso por el Baleares y Ultima Hora. Aún no estoy preparado, pero todo llegará. Lo primero que me encargó Pedro Serra fue que me fuera con Pedro Prieto al puerto. “Tengo este cajón lleno de artículos, lo que yo quiero son noticias¨, me dijo. Y supe que aquello era entender lo que es el periodismo, aunque sé que si lo escribo me dirán que por algo lo escribo. Y no lo escribo por nada, salvo por escribir.
La memoria es selectiva. Y eso también es algo que afecta a Esteban Urreiztieta que, una vez cada tanto (hoy mismo, sábado, 4 de marzo) se presenta como el gran descubridor de todo lo que pasa en Mallorca. Su memoria también es selectiva. Escribió un libro sobre UM (se llamaba 'Mallorca és nostra. Crónica oculta del saqueo balear' ) y nunca contó de cuando Pedro J. invitó a Munar, Pascual y Morales a su casa de Costa de los Pinos. El hoy director de El Español intentaba, por entonces, un pacto entre UM y Matas. Él, Urreiztieta, prefiere incidir en otros asuntos, y detalles, sin recordar, por ejemplo, el artículo de domingo (agosto de 2002) 'La boda que necesita Baleares', que le llevaría a confirmar, o matizar, sus teorías. Pasa mucho en el periodismo.
De momento, sólo esto, es un desahogo porque cada vez estoy más harto de quienes consideran que gracias a ellos (o ellas) existe el periodismo. Otro día contaré más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario