sábado, 30 de julio de 2016

Periodismo, mujeres y el debate que falta (y mi periódico)

Casi todo está dicho  y  escrito, sobre la presencia de las mujeres en los medios de comunicación y sobre el tratamiento que hacen los medios de las cuestiones que afectan a las mujeres. Lo único que queda es asumirlo y buscar soluciones. Llevo mucho tiempo dándole vueltas a este asunto e, incluso, ha habido episodios que han tenido que ver con el medio en el que trabajo. Quizá es el momento de incluirlo en esta ‘Caja de cosas’.
El  modo de hacer, o de vivir, el periodismo que conocimos se está cayendo ante nuestras narices. Ya no hay dueños de la información (Enrique Bustamante, Los amos de la información en España, Madrid, filcal Ed., 1982)  sino dueños de las empresas de la información. Un público que hasta ahora (quizá) habíamos minusvalorado, y hasta ignorado, nos juzga y observa cada día en las redes sociales. Ya no hace falta disfrazar de información una rectificación, porque la gente nos juzga cada día. Si te equivocas  en un enfoque, o en el modo de titular, lo mejor es admitirlo al momento. O tomas tú la iniciativa, o el mundo de las redes sociales lo hará por ti.
El 26 de mayo de se publicó un artículo absolutamente machista en el periódico donde trabajo (es Ultima Hora; lo digo aunque todo el mundo lo sepa). Me dolió especialmente porque  ese artículo ('La mujer, ¿víctima o verdugo?') repetía los argumentos que poco antes había utilizado en el Diario de Mallorca otro escribidor. Días después, también en UH, se publicó una carta al director presentando como crimen pasional el intento de asesinar a una mujer. Y hace nada, un articulista enloqueció cuando, cuestionando el fenómeno de Pokémon Go  dejó colar lo que opina de las mujeres. No es nuevo. Hay un libro que (incomprensiblemente, en mi opinión)  se vende  en las librerías feministas, supongo que por el modo en que se ha traducido en español (‘Escucha hombrecillo. Discurso de la mediocridad’) de  Wilhem Reich, que sólo es una empanada mental parecida a la del autor del artículo sobre el fenómeno de Pokémon Go. Lástima que en los años sesenta no existieran Twitter o Facebook  para ponerlo en evidencia.
¿Quiere eso decir que Ultima Hora es un diario machista? Sin duda, no. No más, en cualquier caso, que el  resto de la sociedad. Digamos que España tiene dos problemas enormes, dos grandes carencias de  las que, en vez de presumir, habría que intentar ponerles  remedio: la incapacidad de aprender idiomas y el trato que se da a las mujeres. El repelente comentario privado de Pablo Iglesias, el de Podemos, sobre Mariló Montero le anularía en cualquier país digno como presidente de Gobierno. No se puede aguantar ni en privado ni como broma de ‘machotes’.
Pero me estoy desviando. Quizá habría que recordar cómo la Ultima Hora de los años setenta fue el primer diario que dio voz a las feministas. Quizá habría que recordar cómo, en las primeras elecciones, fue el primer periódico  que dejó oír la voz de las mujeres. Recordar todo eso y documentarlo, quedará para quienes escriban la historia del periodismo y la política en Mallorca. Lo único que pretendo, en este escrito, es dejar constancia de la necesidad que existe de convocar a un gran debate abierto sobre periodismo y género. Veo que en Catalunya eso ya está en marcha y es una buena noticia. Creo que todos los periódicos de Baleares tendrían que  sumarse a ese debate. Quizá el mes de  agosto es un buen momento.
Hay dos máximas del periodismo con las que nunca he estado de acuerdo. Una, que ‘los periodistas nunca son noticia’. Y no únicamente por la utilización del masculino como genérico. La otra, que ‘perro no come perro’, que me parece ofensiva. Los periodistas, y las periodistas, siempre son noticia. Y que, en más de cien años, sólo dos mujeres hayan dirigido periódicos en Balears, algo  debe significar. Que ninguna mujer haya dirigido el primer periódico de España, El País, también es relevante.
Hay mucho que escribir. Y sobre todo, mucho que cambiar. Lo intentaré argumentar otro día. 


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