Tarde o
temprano (creo yo que temprano) los anuncios de prostitución, también llamados
de ‘contactos’ o ‘relax’ en esta jerga que utilizamos para mirar a otro lado sin
sobresaltarnos, desaparecerán de los periódicos de información general. Hay medios que ya los han
retirado y hasta han hecho bandera de su decisión. No sólo El País. También en
Baleares otros periódicos hicieron esa
apuesta: el Periódico de Ibiza y Formentera y, antes, el Diari de Balears.
Es cierto que no siempre una decisión así
responde al convencimiento de que la publicación de ese tipo de reclamos se
aproximaría mucho, en mi opinión, a la esfera del proxenetismo. Es igual, tanto
da que el primer paso para que algo cambie sea una cuestión ideológica, un
compromiso moral, una apuesta deontológica, una apuesta por la igualdad y los
derechos o una estrategia comercial. Lo relevante es que una empresa de comunicación
llegue a la conclusión de que es mejor
presumir no de no llevar este tipo de anuncios que de llevarlos. Y que hasta
considere que, sin llevarlos,
gana en influencia y cotización.
El Gobierno
de Baleares, que preside una mujer socialista, Francina Armengol, está dando
vueltas y revisando con lupa una iniciativa legislativa presentada por una diputada que fue expulsada
de Podemos (Montserrat Seijas, del Grupo Mixto) que tiene un título muy claro:
Proposición no de ley para erradicar los
anuncios de prostitución de los medios de comunicación de ámbito autonómico. La
iniciativa secunda un llamamiento del
Consejo de Europa para “proteger, prevenir y eliminar todas las formas de
violencia machista”; constata que “la prostitución es la máxima expresión del
patriarcado y una de las más crueles” y recuerda que presentar a la mujer
como mercancía a través de los medios de
comunicación es algo que ya han rechazado otras comunidades autónomas.
El Parlament
de las Islas ha aprobado esta legislatura una ley de Igualdad en la que, de una manera que no es fácil
explicar, ha quedado fuera este asunto,
algo que una norma similar valenciana sí desarrolló. Ahora, el actual
Govern balear, no tiene claro (de hecho hay voces en contra) que la publicidad,
o la supresión de ésta, deba utilizarse
como forma de presión. Entiende que, sin el aval de una ley estatal, es
imposible privar a un medio de publicidad institucional, ya sea por sus contenidos o por su sección de
anuncios. E intenta apostar por otras fórmulas. Por ejemplo, una política de
incentivos y que este asunto no se limite sólo a ámbito publicitario.
Más allá de
su exposición de motivos, los dos puntos
de la proposición no de ley inicial , y que está sujeta a modificaciones, van
dirigidos a “que el Govern recomiende a los medios de
comunicación autonómicos (digitales e impresos)
que eliminen estos anuncios por el bien del interés general” y “que desde
el Govern no se emita publicidad de la CAIB [Comunidad Autónoma de las Islas
Baleares] en los medios de comunicación que no eliminen esta práctica
publicitaria, así como no se permitan subvenciones a los medios de comunicación
que no erradiquen los citados anuncios”.
La izquierda,
cuando gobierna, se sumerge a veces en curiosos
debates y peca en ocasiones de purismo excesivo. Luego sucede, como
ocurrió cuando el Gobierno de Aznar, que termina siendo el PP
quien suprime el servicio militar obligatorio o el que llega a acuerdos con
quienes, hasta un cuarto de hora antes de necesitarles para desbancar al PSOE,
iban a romper España.
Con este
asunto, en si se debe acabar y cómo con el anacronismo que supone este tipo de
publicidad y en qué medida la
Administración debe comprometerse a fondo (incluso evitando la publicidad en
esos medios) podría ocurrir otro tanto
si no se aborda desde todos los puntos de vista. Aparentemente la izquierda que
gobierna sabe lo que quiere pero no sabe
cómo conseguirlo. O no se atreve a dar el paso. Eso es muy de la izquierda.
La
proposición no de ley, en su redacción actual u otra, se aprobará. Los grupos
de la mayoría y también el Govern se han cruzado diferentes textos y es una buena señal que la
diputada socialista Silvia Cano, que se ocupa de Igualdad, se
encargue de refundir la propuesta
inicial con lo que el Ejecutivo de las Islas considera que está en su mano hacer. Pero el debate no es sólo político; en el
otro lado de la historia, están los medios de comunicación. Parece claro que todo está cambiando en su universo,
también la manera de enfocar la realidad, no únicamente en este asunto. Y como todo ocurre tan deprisa, o te enfrentas a la
ola de la realidad y el cambio de valores o
te subes a ella y te dejas llevar.
Es mi aportación al debate y la guardo en esta cajadecosas.