Creo que, como
en Regreso al futuro 2, hemos viajado en el tiempo, lo hemos alterado y regresado a un momento paralelo o alternativo. Concretamente a una Transición
alternativa en la que el PP es la AP del 77, la nueva UCD es lo que va de Ciudadanos al
PSOE y Podemos es el PSOE anterior a su 28 congreso. Queda por ver si los restos de
IU se decidirán a ser el PCE.
Casi todo está
inventado. Tarde o temprano –previsiblemente antes de las elecciones- Podemos
tendrá que dar con un icono de campaña similar al que representaron los carteles que José Ramón Sánchez ideó
para el PSOE en las generales de 1977 y las municipales de 1979. Eso ocurrió antes del congreso, el 28, en el que Felipe González dijo aquello de “compañeros, hay que ser socialista, antes
que marxista”. Aquel día de mayo del 79, González cambió de discurso
y tres años después llegó a la presidencia del Gobierno y nos llevó por un camino que, posiblemente, no era el que imaginó cuando le llamaban 'Isidoro'. Visto desde el 2015 de hoy, diríamos que fue cuando se cortó la coleta.
Pablo Iglesias
es el Felipe González anterior al congreso de 1979, aunque previsiblemente no lo sepa o no
quiera admitirlo. La vida política española actual parece surgida de alguna alteración en el
espacio tiempo como las que llenaban Regreso al futuro 2, que ahora ha cumplido
30 años.
España vive una transición alternativa. Si hemos vuelto a 1979, UCD
ganará las elecciones; es decir que lo que va entre Ciudadanos y el PSOE será
el protagonista. Si ya estamos en el 82
alternativo, gobernará Podemos. Aunque yo no estoy muy seguro de que eso vaya a
suceder ya. ‘Podría’ haber ocurrido si los comicios hubieran llegado inmediatamente después de
las europeas de 2014. Si no sucede eso, y siguiendo el guión de las fábulas sobre los ciclos del tiempo (que, por otra parte, se parecen tanto al análisis de la historia de Oswald Spengler), habrá que esperar un poco más.
Todo está inventado. Todo es previsible. Hasta la sorpresa.